Lunas que acunan
secretos nocturnos
soles que
queman, no te acerques jamás
estrellas
fugaces que escapan al tiempo.
Piedras que
ruedan hacia el infinito
donde no acaba,
donde nunca empezó
hoy el misterio
abrillanta mis ojos.
Vientos sin
manos que barren las hojas
hoy del capricho
hijos somos aquí
me asustan
misteriosas maravillas.
Después de hoy
vendrán otros días
la misma luz nos
alumbrará
dichosas nubes
que te llueven encima.
No sé si son de
verdad
o de juguete quizá
dioses y dioses
desaparecieron de aquí
dioses y dioses quizá te miran a tí.