Que el maquillaje no apague
tu risa,
que el equipaje no lastre
tus alas,
que el calendario no venga
con prisas,
que el diccionario detenga
las balas,
Que las persianas corrijan
la aurora,
que gane el quiero la guerra
del puedo,
que los que esperan no cuenten
las horas,
que los que matan se mueran
de miedo.
Que el fin del mundo te
pille bailando,
que el escenario me tiña las
canas,
que nunca sepas ni cómo, ni
cuándo,
ni ciento volando, ni ayer
ni mañana
Que el corazón no se pase de
moda,
que los otoños te doren la
piel,
que cada noche sea noche de
bodas,
que no se ponga la luna de
miel.
Que todas las noches sean
noches de boda,
que todas las lunas sean
lunas de miel.
Que las verdades no tengan
complejos,
que las mentiras parezcan
mentira,
que no te den la razón los
espejos,
que te aproveche mirar lo
que miras.
Que no se ocupe de tí el
desamparo,
que cada cena sea tu última
cena,
que ser valiente no salga
tan caro,
que ser cobarde no valga la
pena.
Que no te compren por menos
de nada,
que no te vendan amor sin
espinas,
que no te duerman con
cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de
la esquina.
Que el corazón no se pase de
moda,
que los otoños te doren la
piel.
Joaquín sabína