domingo, 25 de marzo de 2012

DEBÍ...


Debí llamarte, ternura,
ya que eso, le diste a mi existencia,
llegaste a mí como un regalo,
llenaste mis espacios, con tu presencia.

Traías de mi tantas cosas, mi niño,
tu piel, un trozo chiquito de la mía,
tu sangre parte de mi sangre,
uu vida, tomada de mi vida.

Que gusto me da sentir tu calor
rozar tu piel suave y tersa, con amor
sentir tu aroma a leche fresca y miel
saber que estás y que eres mío.

Tus ojos pequeños y vivaces me alegran el alma,
puedo estar horas y horas contemplándote,
mis manos dichosas ríen al tener las tuyas,
tus dedos se me aferran, sin querer soltarme.

Mi semilla germinada, ahora una flor hermosa,
debí llamarte ternura, es lo que despiertas en mí,
cuanto deseaba tenerte en mis brazos,
soñaba tanto con verte llegar y besarte.

Escucho tu llanto y mi corazón late aprisa,
mis ojos te buscan ansiosos,
me desespero por ir a arrullarte, precioso
tanto te amo hijo mío, tanto...
















domingo, 4 de marzo de 2012

PRESENTACIÓN DEL CARTEL DE SEMANA SANTA 2012 DE FUENTES DE ANDALUCIA. A CARGO DE LA ASOCIACIÓN PARROQUIAL DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA PAZ EN SU GLORIOSA Y TRIUNFAL ENTRADA EN JERUSALÉN Y NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA.




“…Sin más demora, ruego a don José Antonio, como Presidente de la Asociación Parroquial  y a su vicepresidente Paulino, acudan a descubrir el cartel oficial de la Semana Santa de Fuentes de Andalucía 2012.























El cartel de 2012 está protagonizado por una inusual fotografía en posición horizontal, formato al que no estamos acostumbrados para un cartel, obra del fotógrafo fontaniego Juan Bárbara Egea. Se trata de una instantánea plasmada a la llegada del paso de misterio del Señor de la Paz a la Ermita de San Francisco, casa que acoge la sede de la Hermandad de la Humildad y donde encontramos la mayor expresión de humildad posible, con esa labor constante e incansable que realizan las hijas de Madre en éste, nuestro pueblo.
El Señor de la Paz llega como aire fresco cada Domingo de Ramos a este antiguo barrio del Postigo, entre un repique de campanas, que unas toscas manos este año echaré de menos, dando la buena nueva de que el Señor ya está en el barrio y un olor a azahar que le abre las puertas y le da la bienvenida por la calle a la que Madre le da su nombre: Santa Ángela de la Cruz.
El Señor llega bajo un manto colorido e inigualable de flores que van dejando su perfume en el ambiente y es que, cuando el Señor de la Paz llega a este barrio, todo se detiene. Las golondrinas que revolotean por la fachada del templo se suben a lo alto de la espadaña para verlo mejor, la algarabía y murmullo del gentío que se concentra en los alrededores de la Ermita se convierten en el silencio más profundo, sólo amenazado por los ecos celestiales que han tomado forma de tambores y cornetas y que acompañan al Señor a llegar a su tan esperado encuentro. Con Él observamos a San Juan, discípulo y amigo incansable, al cual ha tomado como primer ayudante en este caminar para subir a su regazo a cuantos niños quieran acercarse a Él en esta tarde, y aunque en la instantánea no se observe un hebreíto lleva las riendas del pollino que al ver a tanta gente esperando se ha puesto un poco nervioso.
Mirad si todo se detiene en Fuentes y en el barrio del Postigo al caer la tarde del Domingo de Ramos, que las nubes se quedan embelesadas ante tanta belleza, y se detienen sin estorbar a los rayos del sol que inundan cada rincón de este arrabal, colmando a cada corazón allí presente de Paz y Esperanza…”

                                                                                    José Manuel Fernández López

viernes, 2 de marzo de 2012

CARNAVAL.



 “Los espectadores no asisten al Carnaval, sino que lo viven ya que el Carnaval está hecho para todo el pueblo. Durante el Carnaval no hay otra vida que la del Carnaval. Es imposible escapar, porque el Carnaval no tiene ninguna frontera espacial. En el transcurso de la fiesta sólo puede vivirse de acuerdo a sus leyes, es decir de acuerdo a las leyes de la libertad (...) El Carnaval era el triunfo de una liberación transitoria, más allá de la órbita de la concepción dominante, la abolición provisional de las relaciones jerárquicas, privilegios, reglas y tabúes (...) Todos eran iguales y reinaba una forma especial de contacto libre y familiar entre individuos normalmente separados en la vida cotidiana por las barreras infranqueables de su condición, su fortuna, su empleo, su edad y su situación familiar".